¿Qué es la dureza del agua y de dónde proviene?

La dureza del agua es debida a la cantidad de iones de compuestos naturales de calcio y magnesio presentes, y este contenido depende de la geología del terreno por donde circula el agua de origen. 

En el recorrido del agua, ya sea en la infiltración a través del terreno para pasar a formar parte del acuífero subterráneo, como el recorrido a través del mismo acuífero o por el cauce del río, el agua adquiere sales de calcio y magnesio procedentes de las rocas del terreno. Así pues, cuando esta agua atraviesa o pasa por terrenos calcáreos, aumenta el contenido de carbonato cálcico considerablemente, provocando de esta manera la obtención de agua más dura, cosa que pasa en menor grado si el terreno es granítico.

 

Medida de la dureza y clasificación del agua

Para conocer cuál es la dureza del agua según el resultado promedio de los análisis de agua a su zona, puede consultarlo aquí.

La dureza se puede expresar en diferentes unidades, una de las más comunes es en concentración de carbonato cálcico (mg CaCO3/l). La clasificación del aigua según la dureza, según la escala de Merk, es la siguiente:

De 0 a 79 mgCaCO3/l, se considera Agua muy blanda

De 80 a 149 mgCaCO3/l, se considera Agua blanda

De 150 a 329 mgCaCO3/l, se considera Agua semi dura

De 330 a 549 mgCaCO3/l, se considera Agua dura

Más de 550 mgCaCO3/l, se considera Agua muy dura

Otras formas de expresar la dureza es en grados franceses (ºf), en grados alemanes (ºd) o en grados ingleses (ºe).

La taula de equivalencia es la siguiente:

Unidadesmg CaCO3/Lºfºdºe
mg CaCO3/L10.100.0560.07
ºf1010.560.702
ºd17.91.7911.253
ºe14.31.430.7981

 

Cómo afecta la dureza 

Tanto las aguas duras como las aguas blandas tienen sus ventaja y desventajas, aunque sanitariamente hablando, no se considera ningún riesgo el grado de dureza del agua. 

Los iones calcio y magnesio son esenciales para la salud, y el agua puede suponer una aportación significativa de estas necesidades nutricionales. También existen estudios que demuestran que las aguas duras ayudan a prevenir enfermedades cardiovasculares y ayudan en la calcificación de los huesos.

Por otro lado, una agua dura puede resecar ligeramente la piel y el cabello, favorece la acumulación de calcio y precipitación de restos de jabón en electrodomésticos y tuberías, aunque las protege de su corrosión (una agua blanda favorece la corrosión de tuberías). También se debe tener en cuenta que la dureza altera el gusto del agua i esto puede ser mejor aceptado o no, según los consumidores.